martes, 26 de febrero de 2013

Una fecha para el recuerdo

El 23 de febrero siempre trae consigo reivindicaciones y polémica


El 23-F es una fecha harto conocida entre los españoles. ¿Cómo olvidar uno de los momentos de mayor tensión de la monarquía española? Por aquel entonces, como ahora, la situación sociopolítica atravesaba momentos difíciles: tenía lugar una crisis económica, el terrorismo no daba tregua y el Ejército se mostraba reticente a aceptar el nuevo sistema democrático. Incluso podríamos encontrar paralelismos entre el 23-F de 1981 y el de 2013, ya que de nuevo es evidente la tensión política y social. Debemos recordar que este 23-F han tenido lugar, por un lado, las declaraciones del duque de Palma, Iñaki Urdangarín, y por otro, la manifestación ciudadana en contra de los recortes y la corrupción bajo el lema "Tus sobres, mis recortes".

La marea ciudadana no ha elegido esa fecha al azar; es una reivindicación más para captar la atención de los políticos. Se contempla una evolución que queda reflejada en que hemos pasado de un golpe de Estado militar y violento a un golpe de Estado de civiles mediante manifestaciones pacíficas constantes. No sé si la manifestación del pasado 23-F podría describirse como pacífica, ya que hubo 45 detenidos al acabar la noche, pero quién puede culpar a gente cansada de que se lo lleven todo las personas que menos lo necesitan. Quizá sea cuestión de tiempo que ciudadanos enfurecidos, al ver cómo la corrupción sale impune mientras ellos sufren recortes asfixiantes, tomen el Congreso. En un clima como el actual, uno puede esperarse casi cualquier cosa.

Parece que la historia está condenada a repetirse, si no a pies juntillas, de forma muy similar. Aprender de los errores es humano: los alemanes aprendieron que la crisis económica y consiguiente devaluación del marco les llevó al nazismo. Tomemos ejemplo, aprendamos de una vez de nuestros errores y arreglemos este país.

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