martes, 5 de marzo de 2013

Grietas en el sur de Europa

La dilación de la crisis lleva a países como Italia o España al desmembramiento político


Las pasadas elecciones regionales en Italia han dado muestra del descontento general que parece regir en Europa respecto a la clase política. Y, digo bien, en Europa, porque Italia no es un ejemplo aislado de lo que los ciudadanos piensan sobre los que gobiernan. Principalmente este fenómeno de fragmentación del voto está siendo el resultado del desgaste político en los países del sur de Europa, los que más adolecemos de esta crisis que se empeñan en llamar financiera. En nuestro país, sin ir más lejos también empiezan a verse los primeros vestigios de descontento. Y para muestra un botón: el barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) del mes de enero ya señalaba que el Gobierno de Mariano Rajoy sufre un desgaste acelerado desde que tomara las riendas del país, allá por noviembre de 2011. El 66% de los encuestados valoró la gestión del Gobierno como mala o muy mala.

Y, después de todo, se preguntarán que qué está pasando, que qué es lo que quieren los ciudadanos, que cuál es el porqué de este pluripartidismo que apenas está naciendo. Pues es muy sencillo, señores. Los ciudadanos quieren, queremos, unos políticos comprometidos. De nada sirve malgastar horas y horas en un debate sobre el estado de la Nación en el que las palabras están más que estudiadas, pero detrás de las cuáles faltan acciones. Falta un compromiso real con quien acude a las urnas a votarles. Y de eso ya nos hemos dado cuenta españoles, italianos, portugueses y griegos. Ahora es su turno, pero ¿qué más se necesita para que nuestros políticos que cambien de actitud?

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